Lo que nos ocupa es la conciencia, esa abuela que regula el mundo



35 años después en vivo, con Machi y Pomo, como entonces. No me va a alcanzar la eternidad para terminar de arrepentirme por no haber ido a ese show.

6 comentarios:

rene orlando dijo...

Discazo!

Victor dijo...

No quisiera abusar de este espacio pero no puedo dejar de recomendarles Perdonado (niño condenado)

Victor dijo...

Discazo. Me compre ese disco usado, en la calle Corrientes, durante un par de semanas dormimos abrazados, mi abuela ya sospechaba entonces que algo no andaba muy bien en mi.

Gabi dijo...

Esto es lo primero que escuché de Spinetta y este disco tuvo la historia más rara, porque apareció en mi casa y nunca supe cómo llegó. La lógica indica que tenía que ser de mi primo M. pero nunca lo reclamó, así que de él no era.

Yo era muy chica y no entendía ni una letra... patas de mueble de bronce ardiendo? qué es un mandala? Lo único que entendía era Elmo Lesto. Estas eran las cosas por las que quería ser más grande como mi primo, para entender.

Y Escher fue por años el tipo de la tapa del disco de Invisible :)

Al recital tampoco fui por la razón más pelotuda del mundo, mejor no me hagan acordar.

Victor dijo...

No, ahora contame! Yo no fui porque estaba sumergido en unos de esos quilombos laborales "impostergables" que finalmente, si los postergas, no pasa nada. Eso sumado a la fiaca de viajar a BA. Un error histórico. Al Altísimo le tengo veneración incondicional.

A Escher lo conocía de un libro de grabados de una tía un poco mayor que yo que terminó siendo arquitecta. Hasta ahora intento dibujar una versión de la mano que dibuja la mano.

rene orlando dijo...

El disco lo compré en mi viaje de estudios, cuando pasamos por BsAs. A Escher lo conocí en una revista Para Tí o algo por el estilo de mi vieja cuando estaba en el secundario. Recorté las láminas y las guardé.